El tratamiento depende del tamaño, la ubicación y los síntomas de la malformación arteriovenosa. Su médico puede recomendar uno o una combinación de los siguientes tratamientos:

Cirugía: la malformación arteriovenosa se extrae del cerebro mediante técnicas microquirúrgicas que cierran las arterias de alimentación anormales, separan la maraña del cerebro adyacente y cortan las venas que drenan la MAV.

Embolización endovascular: en esta técnica mínimamente invasiva, se guía un catéter a través de la red de arterias hasta que la punta llega al sitio de la MAV. Luego, varias ramas de la AVM se tapan con un material como pegamento o polímero. La embolización generalmente se usa como un paso previo a la cirugía para reducir el flujo de sangre a través de la MAV, pero se puede usar como un tratamiento independiente en algunos casos.

Radiocirugía: en este procedimiento no invasivo, los haces de radiación enfocados se dirigen a la MAV y, en el transcurso de 2 a 3 años, las arterias responden cicatrizando y cerrándose. La radiocirugía puede ser curativa o puede reducir una MAV hasta un tamaño que sea más favorable para la cirugía.