- Los crecimientos dentro de la médula espinal o entre la médula espinal y las vértebras pueden estrechar el espacio y ejercer presión sobre la médula espinal y sus nervios.
- Los tumores de la columna vertebral usualmente se clasifican en dos categorías:
- Tumores primarios o intradurales se inician en la médula espinal (intramedulares) o alrededor de la médula espinal (intradurales extramedulares)
- Tumores extradurales empiezan afuera de la médula espinal y de sus envolturas meníngeas y comprimen la médula espinal. El tumor podría haberse formado en las vértebras que rodean la médula espinal (Primario), o mucho más frecuentemente podría ser una metástasis de un tumor maligno originado en cualquier otra parte del cuerpo como: próstata, pulmones, mama, tubo digestivo, tiroides, riñones, etc.
- Los tumores de la médula espinal pueden causar daños permanentes en los nervios y la médula lo que puede resultar en una incapacidad permanente.
- El síntoma más común y precoz de un tumor en la columna es el dolor de espalda que no mejora con el reposo. Otros síntomas progresivos incluyen:
- Ciática
- Entumecimiento
- Parálisis de miembros
- Deformidad espinal
- A menos que se trate, los síntomas empeorarán con el tiempo.
¿Cuáles son mis opciones de tratamiento para los tumores de la columna?
Según el tipo de tumor de la columna vertebral, la ubicación del tumor y su afección médica, los tratamientos pueden incluir extirpación quirúrgica, radioterapia y/o quimioterapia. En tumores primarios y benignos idealmente el objetivo es la extirpación quirúrgica completa preservando la estructura y función medular mediante técnicas microquirúrgicas (Video). Si la extirpación quirúrgica total no fuera posible debido a ciertas características del tumor como ausencia de plano de separación o infiltración del tejido medular normal el objetivo es lograr una resección máxima segura o biopsia sin sacrificar función.
En ciertos casos seleccionados de tumores hipervascularizados (Hemangioblastomas) se puede realizar una embolización tumoral preoperatoria para minimizar el riesgo de sangrado durante la cirugía.
Cuando el tumor ha destruido vertebras como ocurre en ciertas metástasis lo que genera perdida de estabilidad, dolor o compresión neural la cirugía consiste en extirpación parcial o total del tumor para descomprimir los nervios y fusión espinal para reconstruir y estabilizar la columna. Este procedimiento consiste en unir los huesos con tornillos o injertos óseos para brindar estabilidad.